viernes, 11 de noviembre de 2011

Reflexiones que no debería hacer

Ayer fui a la fuxi.... El martes había estado haciendo mucho bloque y nada más empezar ya tenía los antebrazos reventados. Aún así, empecé por la pared de la derecha y volví por el de la izquierda sin parar. Voy mejorando, pero a veces me siento torpe. No encadeno todos los movimientos, a veces, no fluyo. Otras veces, siento que bailo. Me recuerda a cuando hacía ballet, midiendo cada movimiento con precisión, con elegancia, moviéndome como si no me costara. Disfrutando de cada paso que doy, arqueando el empeine al máximo; posando la punta del pie en una presa mínima. Ya había hecho varias idas y venidas cuando hice un gesto extraño con mi hombro derecho. Me dolió, pero como no me dejó sin poder moverme, estiré y seguí. Gocé con la pared izquierda hasta el final y cuando paré, me dolía de verdad. Ahora sí. Mientras descansaba observaba a dos chicas que hacían el túnel por la parte de arriba. ellas sí que bailaban. de repente, tuve una sensación de pánico. ¿Y si el hombro no me deja ser tan buena como ellas? creo en mí misma y sé por experiencia, que con constancia, paciencia y entrenamiento una llega a sus objetivos. pero... nunca he tenido una limitación física de este tipo. intento ahuyentar esta mierda de mi cabeza... me despido de Joan y me voy a casa.

guardar en disco duro: no ir a la fuxi en jueves. aparcar a las 22h en el centro de bcn es un martirio

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